El
TALENTO, SU SENTIDO MAESTRO
“Un motivador ejemplo de vida”.
Por Diandra Pinto G.
Una vida marcada por el silencio y la
oscuridad, pero sobre todo por el talento y las ganas de seguir. Nada ajeno a
la lucha y perseverancia, ha sido la historia de Leonardo Andrés Prías; un
barranquillero que ha visto de cerca no solo los elogios por sus triunfos, sino
también el desespero y angustia por no saber adónde va a parar.
Cuando apenas vislumbraba la vida, en
brazos de quien ha significado su familia, Leonardo padeció una enfermedad que
con el tiempo lo dejaría marcado por el resto de sus días. Con tan solo tres
meses, quedó sordo debido a una sobredosis por un ototóxico, lo que hizo que,
por siempre, se adhiriera al calor de Teresa Prías –su madre–, quien ha sido su
cómplice en la batalla que ha librado contra cada reto que la vida le ha ido
interponiendo.
Sin embargo, su discapacidad auditiva
no fue impedimento para que desarrollase una infancia sin mayores altercados;
aunque, de ser así, allí estaría Teresa –su fiel compañera– para ayudarle en
cuanto deseo le fuera solicitado. Interesado en el arte, pasaba gran parte de
su tiempo haciendo dibujos que, como siempre, eran elogiados por su más
vigorosa admiradora.
Más tarde, la zozobra e incertidumbre
son protagonistas de su adolescencia. Cualquier chico entre los 11 y 13 años,
estaría más preocupado por su apariencia física, su desarrollo, sus cambios
físicos, y, por qué no, las chicas de su edad. Pero Leonardo y su mamá, se
hallaban inmersos en una encrucijada al tener innumerables preguntas carentes
de respuesta. Mientras tanto, su visión empezaba a verse afectada, al tiempo
que su actitud cambiaba y desmejoraba, sin que los médicos dieran una
explicación para ello.
Así las cosas, Leonardo ve en el arte
la salida a sus eventuales adversidades. Mientras gozaba de visión, pintaba
cuadros en óleo y carboncillo, hacía esculturas, y, asimismo, aprendía a tejer
en dos agujas, dando color a su oscura adolescencia. Pero, además del arte,
había en él otra pasión; paradójicamente, daba ritmo a sus días silenciosos
gracias al deporte, pues aprendió a nadar los cuatro estilos (braza, crol,
espalda y mariposa).
Mientras desaparecía su visión, Teresa
se convertía rápidamente en el canal que le ayudaría a comunicarse con el mundo
exterior; antes, por medio de señas; hoy, por medio del tacto. Ahora, bien
pueda evocarse la célebre frase de la desaparecida Helen Keller, autora y
activista sordo-ciega: “el lenguaje es más importante para la mente, que la luz
para los ojos”.
Aunque en algunas ocasiones
“desarrolló crisis por ser una persona pensante e inteligente”, como afirma su
madre, Leonardo cazó una batalla en contra de sus discapacidades, hallando en
la natación el baño de optimismo y perseverancia que tanto necesitaba. Su
pasión por este deporte lo llevó a convertirse en el único sordo-ciego Campeón Medallista
Paralímpico colombiano en natación. En total, ha ganado alrededor de 30
medallas entre oro, plata y bronce, lo que lo convierte en un verdadero ejemplo
para quienes –aun sin verse limitados– suelen lanzar voces de queja.
Hoy, a sus 40 años, Leonardo
confecciona mochilas, bufandas, turbantes, y demás prendas, destinadas a la venta,
como buen barranquillero, algunos con motivo de carnaval. Gracias a su labor como
instructor de Artesanías, se ha vinculado al Proceso de Casas Distritales de
Cultura. Pero no se conforma con esto, se ha convertido en el maestro de madres
cabeza de familia, presidiarios, y demás personas, que desean aprender a tejer
en su modalidad. Cada día, más exhortado a ser mejor, enseñando a los demás, compartiendo
su talento.
Actualmente, participa en la Feria de
Territorio Creativo en el centro comercial Buenavista II, donde, junto a otros
estudiantes y egresados de las Casas de Cultura de Barranquilla, expone y vende
las prendas que él mismo confecciona.
A pesar de ver cómo su hijo ha llevado
durante años una vida marcada por las limitaciones físicas, Teresa siempre ha
sido el combustible que provee de la mejor energía a Leonardo; no solo acompañándolo, sino enseñándole a
salir adelante por sí solo, guiándolo a ser “un motivador ejemplo de vida”,
como ella misma asegura.
Teresa Prias: 313-5633446
Fotografías e investigación: Jorge A. Velásquez
F.
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