Esta es una historia de dos ciudades hermanas, costeñas, con banderas
casi idénticas, donde la "alegría" se come y el "ajá" puede
significar casi cualquier cosa. Una de ellas nació privilegiada: heroica, joya
de la corona, vecina del mar. La otra vivió bajo su dominio hasta que un día,
por allá en 1813, se sacudió y se convirtió en Villa. Y rápido, mientras el
resto del país y Buenaventura se estancaban, la "joven del árbol
nacional" se volvió la obsesión de todo extranjero que la pisaba. Barranquilla,
coqueta, fresca y espontánea, se estaba robando las miradas. Y las razas. Y las
familias empresarias. Y las importaciones.
200 años después "La Arenosa" celebra su Bicentenario en medio
de dos ideas fascinantes: pronto no tendrá mucho que envidiarle a Cartagena, y
cada día es menos "Arenosa." Cada día Barranquilla es más
respuesta y Cartagena más pregunta.
Hay 7 formas en que Barranquilla le está pisando los talones a
Cartagena:
1.
Los eventos: Hombre
sí, las Fiestas de Noviembre. Muy lindas las reinas, llamativo eljetset, bonita la ciudad amurallada de noche. Pero el
Carnaval de Barranquilla es otro rollo. La explosión del
"mamagallismo" colectivo, la gozadera hecha institución, ese
ancestral orden dentro del desorden, el derecho sagrado a bailar en todas
partes (de maneras no tan sagradas). Ese caos organizado que
libera la energía de la ciudad más feliz del país, su razón de ser la Capital
Americana de Cultura 2013. Mientras ciudades como Santa Marta dejan que sus
Fiestas del Mar se sumerjan en lo más profundo de él, el Carnaval de
Barranquilla le sonríe al mundo. Le pica el ojo. Le ofrece un trago. Lo pone a
bailar.
2.
El mar: Empecemos por aclarar que
Barranquilla sí tiene mar. Manejar 10 minutos para llegar a la playa ES tener
playa, a mí no me echen cuentos. Esas ideas de que Barranquilla no tiene mar
vienen de las mismas mentes que aterrizan en "Miami & the Beaches"
y conducen 45 minutos para pisar arena. Si usted quiere saber lo que es NO
tener playa, viva en Washington y cuénteme cómo le va buscando una carpita y un
poquito de sol. Aclarado ese punto, estas son algunas de las playas del
Atlántico que están a minutos de Barranquilla y están listas para sus castillos
de arena:
Salgar: Chiringuitos, restaurantes, y un
castillo español
Pradomar: Surf
Puerto
Velero: Deportes
náuticos, nueva marina y restaurantes
3.
El comercio internacional: Una
empresa chilena acaba de adquirir más de 50%(Control) de la Sociedad Portuaria Regional de Barranquilla Cuando
esas cosas pasan uno entiende que tiene (¿tenía?) algo valioso en las manos. Y
aunque el Puerto de Cartagena sigue teniendo mayor movimiento, fue el de
Barranquilla el que decidió en 2012 no dormir: abriendo 24 horas, 7 días a la
semana. Es Barranquilla la ciudad que está invirtiendo en un gigantesco
Corredor Portuario para conectar la carga con su destino. Y eso solo en
transporte marítimo. Históricamente se ha movido tres veces más carga aérea por
el aeropuerto de Barranquilla que por el de Cartagena, y el Ministerio de
Transporte acaba de comprometerse con la visión de convertirlo en un hub internacional, después de una fuerte campaña por parte
de la Alcaldía para que no lo "empaquetaran" con los de ciudades
pequeñas.
4.
La cultura: Estamos
claros en que Cartagena es sinónimo de cultura. La pregunta es hasta cuándo. Porque la cultura también entra en
vía de extinción cuando no hay un esfuerzo sistemático por preservarla (o al
menos no hay uno espontáneo por destruirla). Está claro, también, que una
ciudad que vive del turismo no se dará nunca el lujo de atentar contra su
atractivo. Pero también es claro que el turismo, como la gastronomía y todo lo
que genera ingresos en este planeta, es una moda. Tendencias. Tendencias que
uno revierte o reafirma. Ciudades que suben y bajan; están in y luego out. No creo
que Cartagena algún día esté out, pero sí veo
cómo Barranquilla se está poniendo in. Cuéntenme
si piensan igual el próximo año, cuando vean a Barranquilla como Capital
Americana de la Cultura en Antena 3 y Discovery Channel. Eso es lo que yo llamo
estar in.
5.
El centro histórico: No muchos
conocen el Centro Histórico de Barranquilla, ni los barranquilleros mismos lo
volteaban a mirar hasta hace un par de años. Resulta que, además de estar
reconstruyendo arquitectura de interés cultural de la nación, esta zona de la ciudad quedará conectada con
el Río Magdalena a través de la nueva Avenida del Río. Con todo y lo romántico
que es sentarse en un baluarte de Cartagena a ver el Mar, dentro de poco
Barranquilla pondrá de moda el realismo mágico del Río. Ese que enamora a
turistas en Buenos Aires (Río de la Plata), París (Sena), Londres (Thames),
Washington (Potomac), Melbourne (Yarra), y Budapest (Danubio). Y con los700 mil millones de pesos que
el gobierno Santos le está invirtiendo al Magdalena, sumado a su próxima
concesión, lo que hoy es el patito feo se puede convertir en el cisne del
turismo en Colombia.
6.
Su gente: El desparpajo, la calidez
del que te conoce y en menos de 10 minutos te hace su "llave." Esa
felicidad con calidad de exportación que se respira en cada esquina. Eso es
Barranquilla, y también Cartagena. También se
parecen en que, de toda esa gente feliz, un porcentaje pasmoso está por debajo
de la línea de la pobreza. La pregunta es qué está haciendo cada ciudad para
solucionarlo. Y, tristemente, para el caso de Cartagena la respuesta es:
"muy poco". ¿Qué haces con un capital
humano creativo, que se comería el mundo en potencial, si en la realidad no
tiene con qué comer? En Barranquilla la respuesta ha sido
contundente los últimos 5 años: construimos megacolegios, centros de atención
en salud oportuna de máxima calidad, pavimentamos vías donde la gente antes
vivía en medio del barro. Generamos dignidad, invertimos en la gente.
Barranquilla ha sido premiada por su lucha contra la pobreza, bajando más de 5 punto entre
2007 y 2012.
7.
El bilingüismo: ¿Por qué
siendo la ciudad más turística del país, no es Cartagena sino Barranquilla la
que tiene el más alto índice de bilinguismo en
Colombia? Hace poco una amiga que trabaja en National Geographic visitó
Cartagena y no pudo comunicarse con el staff de su hotel en 3 días. ¿Cómo
explica uno que en un hotel de $800 USD la NOCHE no haya un ser humano
bilingue? Es simple: no hay justificación para eso. En Barranquilla ser bilingüe ya hace parte de la política pública de educación. Gracias
a una alianza con Peace Corps, muchos colegios ya son
piloto para la graduación de bachilleres bilingües. Pero sigue más:
algunos egresan como agentes de Call Centers, y gracias a una iniciativa con el
sector privado, consiguen empleos de calidad inmediatamente después.
Sabiendo
inglés, e invirtiendo todo en infraestructura portuaria y comercial, sumado a
la ubicación privilegiada con que siempre ha contado, no veo cómo Barranquilla
no se convierta en la próxima Capital de los TLC.
No me malinterpreten: no quiero poner a Barranquilla a competir con
Cartagena. Solo digo que es inaceptable no tener un proyecto de ciudad distinto
al status quo en pleno Siglo XXI. Pónganse las pilas.
No vamos a impulsar el progreso en la región con una sola ciudad. Volvamos a
ser esa tríada encantadora, ese paso obligado. Barranquilla necesita
de la belleza ancestral de Cartagena y del mar cristalino de Santa Marta. Y
ambas necesitan la proyección internacional de Barranquilla. Suena como una
hermandad natural. Y lo es.
Y como dijo un exalcalde de Bogotá hace poco... ojo que "Se va el caimán,se va para Barranquilla".
Por Laura Busche
Twitter: @laurabusche
www.eltiempo.com
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